
Lazos a distancia: celebremos juntos el Día Internacional de la Amistad
El Día Internacional de la Amistad, que se celebra el 30 de julio, es un recordatorio conmovedor de que la distancia física no disminuye los verdaderos lazos. En el mundo interconectado de hoy, es común que los amigos vivan en diferentes países o incluso en lados opuestos del planeta. Las personas migrantes y las comunidades de la diáspora saben esto mejor que nadie: llevan sus amistades a través de fronteras y husos horarios, demostrando que la amistad puede prosperar sin importar la distancia. Este 30 de julio, al conmemorar el Día Internacional de la Amistad 2025, vale la pena celebrar cómo estas amistades a distancia se mantienen fuertes mediante mensajes, recuerdos, llamadas y, sobre todo, estando presentes cuando realmente importa.
¿Qué es el Día Internacional de la Amistad?
El Día Internacional de la Amistad es una celebración anual dedicada al amor y la gratitud compartidos entre amigos. Las Naciones Unidas declararon oficialmente el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad en 2011, y desde entonces se celebra en todo el mundo en esa fecha. El objetivo del día no es solo celebrar las amistades personales, sino también promover la armonía entre diferentes culturas y países, subrayando cómo la amistad puede tender puentes entre comunidades. La fecha del Día Internacional de la Amistad es la misma cada año; en 2025, se celebra el miércoles 30 de julio. Muchos países y culturas aprovechan esta ocasión para reconocer a esos amigos que dan significado y alegría a nuestras vidas. Ya sea que lo llamen Día Internacional de la Amistad o Día Mundial de la Amistad, el sentimiento es universal: es el momento ideal para acercarse y valorar a esas personas especiales que llamamos amigos.
En este día, es común intercambiar mensajes o regalos, compartir recuerdos y aprovechar para reconectar. La ONU anima a realizar actividades que fomenten la solidaridad y el entendimiento mutuo en las comunidades. Pero también se puede celebrar de forma simple y personal, por ejemplo, dedicando un tiempo para llamar o encontrarse con un amigo (aunque sea virtualmente) y hacerle saber cuánto significa su amistad. La amistad es un concepto universal, pero también profundamente personal. Sin importar cómo definas a un “amigo”, el Día Internacional de la Amistad se trata de honrar esas relaciones basadas en la confianza, el cariño y el afecto.
Amistad sin fronteras
En una era de migración global y conectividad digital, la amistad sin fronteras se ha convertido en una historia común. Hoy en día, hay cientos de millones de personas viviendo fuera de su país de origen; más de 280 millones de migrantes internacionales hasta 2020, lo que significa que existen incontables amistades repartidas por diferentes ciudades, países y continentes. Para muchos en las comunidades de la diáspora, los amigos que dejaron atrás siguen siendo tan importantes como siempre, aunque estén separados por océanos. Y en sus nuevos hogares, estos migrantes suelen formar nuevas amistades que se convierten en una especie de familia elegida. Las personas que se mudan al extranjero frecuentemente consideran a sus amigos cercanos como parte de su familia, especialmente cuando sus familiares están lejos.
Dejar el país de origen inevitablemente implica dejar también a los amigos: esos compañeros de universidad, amigos de la infancia o vecinos con los que solíamos compartir el día a día. La migración afecta las amistades porque de repente ya no estás presente para los pequeños momentos cotidianos; hay que esforzarse conscientemente por mantener el contacto. El periodo inicial tras la mudanza puede sentirse solitario o incluso “socialmente vacío”, como lo describió un investigador. Pero los verdaderos amigos encuentran la forma de cerrar esa brecha. A pesar de las diferencias horarias y las agendas ocupadas, la distancia no tiene por qué convertirse en distancia emocional. Como señalaba un artículo sobre amistades en la diáspora, la tecnología moderna y el esfuerzo genuino hacen que la separación geográfica “a menudo no logre debilitar los lazos de amistad”. En otras palabras, si ambos amigos están dispuestos a poner un poco de cuidado y atención, su relación puede seguir siendo tan fuerte y gratificante como siempre.
Imaginemos una situación común: un amigo se muda al extranjero por trabajo o estudios, mientras el otro se queda. Al principio, ambos prometen hablar con frecuencia, pero con el paso de los meses, las llamadas se vuelven menos frecuentes. Las diferencias horarias y las responsabilidades diarias se interponen. El amigo que se queda puede empezar a sentirse olvidado, y el que se fue puede sentir culpa por no mantener el contacto. Es un reto que enfrentan muchos migrantes: conservar esas viejas amistades cuando ya no se está en el mismo lugar. Sin embargo, muchísimas personas lo logran. ¿Cómo? Con creatividad, constancia y mucha comunicación sincera. Las amistades a distancia requieren un cuidado intencional para mantenerse vivas. Ambas partes deben adaptarse y tener empatía: quien se mudó necesita comprender que la vida continuó para quienes se quedaron (y que sus amigos pueden sentirse algo abandonados), mientras que quien se quedó debe reconocer que el otro ahora enfrenta una nueva realidad llena de responsabilidades. Con entendimiento mutuo, pueden encontrar un nuevo ritmo que funcione para su amistad.
Al final, la distancia enseña a no dar por sentada la amistad. Cada charla, cada mensaje, cada visita se vuelve algo especial. Muchos migrantes organizan sus días en función de llamadas internacionales, o reservan sus días de vacaciones para reencontrarse. Incluso crean nuevas rutinas, como ver el mismo programa de televisión y comentarlo en línea, o compartir un café virtual cada semana, que reemplazan los encuentros cara a cara que solían tener. Como explicó un psicólogo social, cuando se pierde la cercanía física habitual, se necesita esfuerzo consciente para mantener la conexión. Y lo cierto es que, como lo demuestran comunidades de la diáspora en todo el mundo, con esfuerzo y amor, las amistades pueden florecer sin importar la distancia.
Cómo mantener fuertes las amistades a distancia
Entonces, ¿cómo logran las personas que sus amistades a distancia se mantengan vivas? Ya seas un migrante que extraña a sus amigos de toda la vida o simplemente tengas a alguien querido en otra parte del mundo, existen muchas formas de fortalecer ese lazo. Estas son algunas estrategias comprobadas que las comunidades de la diáspora utilizan para mantener sus amistades vivas a través de las fronteras:
Haz de la comunicación una prioridad
Mantener el contacto regular es la base de una amistad a distancia. Suena evidente, pero es muy fácil dejar que pasen semanas o meses sin hablar. Los amigos que logran mantener una relación duradera suelen establecer chequeos regulares, como una videollamada fija los domingos por la mañana o una llamada telefónica durante el trayecto al trabajo los viernes. Tener una hora predecible ayuda a superar las agendas ocupadas y los husos horarios. Los estudios muestran que las amistades duraderas se basan en la reciprocidad: que ambas partes se contacten y compartan por igual. Incluso si la vida se vuelve agitada, un mensaje rápido de “pensé en ti” o una nota de voz puede marcar la diferencia. Encuentra los métodos de comunicación que funcionen mejor para ambos, ya sea enviar mensajes, correos electrónicos, notas de voz o llamadas en vivo. Lo importante es estar presente de forma constante en la vida del otro, aunque sea con pequeños gestos.
Adopta la tecnología (con intención)
La tecnología es una verdadera aliada para los amigos que están en lugares distintos. Las redes sociales, aplicaciones de mensajería y videollamadas hacen que sea más fácil que nunca sentirse cerca a pesar de la distancia. Los grupos de chat recrean la sensación de estar todos en la misma habitación riendo juntos, aunque uno esté en Dubái, otro en Londres y otro en Lagos. Compartir fotos, memes y actualizaciones del día a día mantiene viva la conexión cotidiana. Algunos grupos de amigos de la diáspora incluso crean chats específicos en WhatsApp o Messenger para compartir pequeños momentos del día y que nadie se sienta excluido. Al mismo tiempo, conviene ser conscientes del uso que se le da a la tecnología. A veces, una simple llamada de voz puede ser más reconfortante que una videollamada. Algunos estudios han revelado que ver a los seres queridos por video puede intensificar el dolor de extrañarlos. Escuchar una voz familiar, sin la imagen que recuerda la distancia, puede ser sorprendentemente íntimo y reconfortante. Y aunque enviar mensajes es práctico, puede parecer impersonal o limitado en comparación con escuchar una risa auténtica o una emoción real. La clave está en usar la tecnología de maneras que verdaderamente conecten: tal vez organizando noches de películas virtuales (algunos servicios de streaming permiten ver algo juntos), enviando pequeños clips de video, o simplemente acordando un horario para hablar sin interrupciones. Las herramientas digitales son un salvavidas: úsalas con creatividad, pero no temas levantar el teléfono para una buena charla a la antigua.
Comparte recuerdos y crea nuevos momentos
Una de las formas más encantadoras en que los amigos a distancia se mantienen unidos es recordando viejos tiempos y creando nuevas experiencias compartidas, incluso desde lejos. Contar historias del pasado –“¿Te acuerdas cuando…?”– refuerza ese lazo único y muchas veces provoca risas sinceras o una nostalgia compartida. Los amigos y familiares separados suelen rememorar momentos que vivieron juntos como una forma de sentirse cerca e incluso imaginar un futuro reencuentro. Pero no se trata solo de vivir en el pasado: también hay que seguir creando nuevos recuerdos juntos. Puede ser tan simple como leer el mismo libro o ver una serie en Netflix al mismo tiempo, y luego comentarla como si estuvieran compartiendo un café. Los psicólogos explican que las actividades compartidas liberan oxitocina, la hormona del vínculo emocional, y que incluso realizarlas virtualmente puede generar sensaciones positivas. Quizás puedan iniciar una tradición o ritual, a pesar de la distancia: cocinar la misma receta durante una videollamada o celebrar su “aniversario de amistad” intercambiando tarjetas digitales o cartas cada año. Estudios sugieren que estos rituales, incluso los más cursis como una noche virtual de juegos anual, aportan estabilidad emocional y cercanía. Algunos amigos se ponen metas juntos, como entrenar para una carrera de larga distancia desde sus respectivas ciudades o planear un viaje para cuando puedan reencontrarse. Planificar el futuro es clave: tener una reunión o unas vacaciones por delante fortalece la conexión y da algo lindo que esperar. Mantiene la amistad orientada hacia lo que viene, no solo anclada en lo que fue.
Celebra fechas importantes y momentos especiales
En una amistad a distancia, es posible que no estés presente físicamente para los cumpleaños, las fiestas o los grandes momentos de la vida de tu amigo, pero aun así puedes celebrarlos con todo el corazón. Haz un esfuerzo adicional para recordar fechas importantes como cumpleaños, aniversarios o incluso festividades locales que sean significativas para esa persona. Cuando llegue el momento, envía una tarjeta, prepara un video conmemorativo o coordina una videollamada sorpresa con amigos en común. Los pequeños gestos significan mucho. De hecho, a pesar de todas las opciones digitales, una encuesta reveló que, en el Reino Unido, enviar una tarjeta de cumpleaños física por correo sigue siendo la forma más popular de felicitar, lo que demuestra que los detalles tangibles no han perdido su encanto. Si el correo es lento, puedes enviar una tarjeta digital o un email sentido; lo importante es marcar la ocasión. Muchos amigos también se envían cajas con regalos o productos locales a través del mundo: quizás una caja con dulces típicos o un souvenir que diga “pensé en ti”. Hoy en día, incluso enviar regalos o ayuda económica es más fácil: una transferencia internacional en línea puede entregar un regalo de cumpleaños o fondos de emergencia en cuestión de minutos. A veces, ayudar a un amigo a pagar una factura inesperada o contribuir a su pasaje para visitarte puede ser el regalo más significativo de todos. Y por supuesto, el Día Internacional de la Amistad es una excelente oportunidad para escribirles. Considera enviarles un mensaje o una carta el 30 de julio para recordarles cuánto los quieres. Es un gesto simple que puede alegrarles el día y fortalecer el vínculo.
Apoya y comprende a tu amigo
Toda amistad atraviesa momentos buenos y malos, y la distancia a veces puede generar malentendidos. Por eso, la empatía y la honestidad son tan importantes en los vínculos a distancia. Haz un esfuerzo por compartir lo que realmente está ocurriendo en tu vida, no solo lo que es “digno de Instagram”. Abrirse sobre los desafíos, los sentimientos y las dificultades de vivir lejos puede fortalecer mucho la relación. Estudios demuestran que compartir emociones sinceras profundiza los lazos, y que la calidad de la comunicación importa más que la cantidad. Así que, si estás teniendo una semana difícil en tu nuevo país, no dudes en contárselo a tu amigo de siempre. Y del mismo modo, escúchalo con atención si necesita desahogarse. Ser honesto y vulnerable crea confianza y entendimiento. También es importante practicar la paciencia. Las diferencias horarias o etapas ocupadas (como exámenes o un nuevo trabajo) pueden interrumpir las charlas habituales, pero no lo tomes como algo personal. Reconozcan las realidades del otro: quizás quien se quedó en casa se sienta un poco solo o piense que “ojos que no ven, corazón que no siente”, mientras que quien se mudó puede estar desbordado intentando adaptarse a su nueva vida. Reafírmense mutuamente que “seguimos aquí, aunque no hablemos todos los días”. Eso refuerza la solidez del vínculo. El apoyo también puede ser tangible. Si tu amigo está atravesando algo importante —un problema de salud, una pérdida familiar o incluso una alegría como una boda— encuentra formas de estar presente. Tal vez puedas viajar, pero si no, busca alternativas creativas: asistir por videollamada, enviar un regalo pensado con cariño, reunir amigos locales para ayudar, o simplemente dedicar más tiempo a escuchar. Cuando los amigos están separados por fronteras, estos gestos son como abrazos desde la distancia. Le demuestran a tu amigo que, pase lo que pase, puede contar contigo.
Planea reencuentros (siempre que puedas)
Y, por último, no hay nada como verse en persona después de tanto tiempo separados. Si las circunstancias lo permiten, planeen visitas o búsquense un punto intermedio donde puedan viajar los dos y pasar unos días juntos. Muchos amigos migrantes hacen todo lo posible por volver a casa cada uno o dos años, y organizan encuentros con los viejos amigos cada vez que pueden. Abrazarse de verdad y compartir tiempo cara a cara renueva la amistad de una forma que los mensajes no logran igualar. Algunos expertos llaman a esto “renovación de la amistad”: esos encuentros presenciales que traen nueva energía al vínculo. Incluso si no pueden verse seguido, simplemente planear el reencuentro ya genera ilusión. Soñar con un próximo viaje o unas vacaciones juntos, aunque falte un año o más, les da a ambos una meta feliz que los mantiene conectados. Y cuando finalmente se ven, muchas veces sienten que el tiempo no pasó. Muchos amigos a distancia dicen que, cuando se reencuentran tras años sin verse, retoman la conversación como si nada, ríen por horas y disfrutan como si nunca se hubieran separado. Esos momentos son mágicos, y recuerdan por qué valió la pena tanto esfuerzo por mantener el contacto. Así que piensen en ese futuro compartido: puede ser una gran reunión con excompañeros el próximo verano, un viaje que llevan años imaginando, o simplemente una visita a la casa del otro. Sea lo que sea, háganlo realidad cuando puedan. Las memorias que creen juntos los acompañarán en los próximos meses lejos.
Celebrando la amistad a la distancia
En el Día Internacional de la Amistad 2025, tomémonos un momento para honrar no solo a los amigos que tenemos cerca, sino también a esos que están en otros países o incluso en otros continentes. Los lazos a larga distancia nos recuerdan que la verdadera amistad no se mide por la geografía, sino por el cariño, la lealtad y la historia compartida. No hace falta vivir en la misma calle, ni siquiera en el mismo huso horario, para seguir conectados. Las comunidades migrantes y de la diáspora lo demuestran cada día, manteniendo vivas relaciones profundas a pesar de los kilómetros. Sus amistades florecen a través de llamadas nocturnas, notas de voz que cruzan océanos, regalos sorpresa y estando ahí emocionalmente cuando más importa.
Este Día Internacional de la Amistad, mándale un mensaje a ese amigo con el que no hablas hace tiempo. Comparte un recuerdo que todavía te haga reír o hazle saber que piensas en él. Haz una videollamada, organiza un encuentro virtual o sorpréndelo con un gesto lleno de cariño. Incluso puedes enviar un regalo, una recarga o una ayuda necesaria con un servicio de confianza como sendvalu. Son esos pequeños actos de cuidado los que fortalecen las amistades con el paso del tiempo, especialmente cuando la distancia hace que el día a día sea más desafiante.
En sendvalu, entendemos el valor emocional que hay detrás de cada mensaje, cada envío, cada momento de conexión. Por eso estamos orgullosos de acompañar a personas en todo el mundo a mantenerse cerca de quienes más les importan, ya sea para enviar una sorpresa de cumpleaños, apoyar en momentos difíciles o simplemente decir “estoy aquí para ti”. En días como el Día Internacional de la Amistad, recordamos especialmente la importancia de estar presentes para nuestros amigos, sin importar dónde nos haya llevado la vida.
Este 30 de julio, únete a sendvalu para celebrar el increíble poder de la amistad. Sigamos acortando distancias con cariño, empatía y conexión.
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