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Cada año, el 20 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Refugiado. Este día significativo es más que un momento de solidaridad; es un llamado a la acción y un recordatorio de la resiliencia de millones de personas obligadas a huir del conflicto, la persecución y los desastres. Establecido en 2001 por las Naciones Unidas para conmemorar el 50.º aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, el Día Mundial del Refugiado pone en primer plano los derechos, necesidades y sueños de los refugiados en todo el mundo.
Mientras reflexionamos sobre la pregunta “¿qué es el Día Mundial del Refugiado?”, también exploramos la historia más amplia del Día Mundial del Refugiado, reconociendo su papel en la defensa de derechos y su creciente relevancia cada año. En 2025, con los desplazamientos forzados alcanzando niveles récord, la importancia del Día Mundial del Refugiado 2025 es más profunda que nunca.
Pocos recursos son tan impactantes como las remesas en situaciones de desplazamiento. Estas líneas vitales de apoyo financiero transfronterizo, enviadas por amigos, familiares o miembros de la comunidad desde el extranjero, a menudo marcan la diferencia entre la dificultad y la esperanza. Las remesas ayudan a las familias refugiadas a cubrir necesidades esenciales como alimentos, alquiler y atención médica. Pero más allá de la supervivencia, también financian la educación, la creación de pequeños negocios y la reintegración comunitaria.
En zonas que acogen refugiados, como el campo de Kakuma en Kenia, asentamientos en Jordania o barrios en Líbano, las remesas pueden representar más del 30 % de los ingresos de un hogar. En algunos casos, superan la ayuda internacional tanto en consistencia como en accesibilidad. Para las personas desplazadas sin acceso al empleo formal o a sistemas bancarios, estos fondos ofrecen un camino hacia la estabilidad y la autosuficiencia.
Las remesas también desempeñan un papel crucial en la adaptación de los refugiados a las economías locales. Se pueden invertir en puestos de mercado, comprar herramientas o ganado, o matricular a los hijos en escuelas privadas cuando los sistemas públicos están saturados. Para las familias que han vivido múltiples desplazamientos, este apoyo constante se convierte en una especie de seguro contra la inestabilidad futura.
Las plataformas digitales de remesas confiables permiten estas conexiones vitales. Al ofrecer transferencias internacionales de dinero seguras, de bajo costo y con cobertura global, estos servicios apoyan a las familias refugiadas y a los miembros de la diáspora que desean tener un impacto significativo, incluso desde lejos. Sus esfuerzos se alinean con las necesidades de los más vulnerables, ayudando a garantizar que la oportunidad siga estando al alcance a pesar de la distancia y la adversidad.
El dinero enviado desde el extranjero suele ser el único apoyo constante disponible para las familias refugiadas, especialmente en contextos frágiles o con recursos limitados. En campamentos de refugiados o asentamientos informales, esta ayuda financiera no es solo una solución temporal; se convierte en la base para una adaptación y un éxito a largo plazo.
Las remesas también actúan como estabilizadores económicos en comunidades que albergan grandes poblaciones refugiadas. Al gastarse localmente, impulsan pequeños negocios, generan demanda de bienes y servicios, y fomentan la interdependencia entre desplazados y comunidades de acogida. Este efecto multiplicador va mucho más allá de las familias individuales.
En esencia, las remesas ofrecen lo que la ayuda humanitaria no siempre puede: autonomía y capacidad de elección. A diferencia de la asistencia alimentaria o habitacional restringida, el dinero enviado permite a los refugiados tomar decisiones según sus propias prioridades y aspiraciones. Ya sea para enviar a un niño a la escuela, reparar una casa o invertir en una idea de negocio, las remesas afirman dignidad y autodeterminación.
La innovación y el emprendimiento liderados por refugiados prosperan cuando reciben el apoyo adecuado. Al combinarse con flujos constantes de remesas desde la diáspora, las personas desplazadas pueden superar obstáculos extraordinarios para crear negocios significativos, generar empleo y fomentar la autosuficiencia en las comunidades de acogida.
Aquí algunos ejemplos inspiradores de cómo las remesas han impulsado transformaciones:
Innocent Havyarimana – Fabricación de jabón en Kakuma
Cuando Innocent huyó de Burundi y se instaló en el campo de refugiados de Kakuma en Kenia, aprovechó sus conocimientos en química y pequeñas remesas de su red en la diáspora para iniciar un negocio de jabones. Su empresa, GLAP (God Loves All People), hoy emplea a decenas de personas —tanto refugiados como locales— y durante la pandemia proveyó productos de higiene esenciales. Su éxito ha inspirado a otros refugiados de Kakuma a emprender, demostrando que incluso en entornos limitados, un pequeño impulso financiero puede abrir grandes oportunidades.
Hafizou Hamadou Waziri – Una cafetería de refugiado en Camerún
Desplazado por conflictos, Hafizou recibió pequeñas contribuciones del extranjero y, con el apoyo del ACNUR, abrió una cafetería en la Universidad de Yaoundé II. Sus comidas asequibles y espíritu emprendedor convirtieron el local en un punto de encuentro popular y fuente de ingresos. Además de atender estudiantes, Hafizou capacita a jóvenes refugiados en cocina básica y habilidades empresariales, convirtiendo su cafetería en un centro de empoderamiento.
Ismail Ahmed – De la frustración al fintech
Como refugiado somalí, Ismail Ahmed enfrentó grandes dificultades para enviar dinero a casa. Esa experiencia lo motivó a crear WorldRemit, hoy una de las principales plataformas digitales de remesas. Su historia demuestra cómo las vivencias de los refugiados pueden impulsar la innovación global. WorldRemit permite ahora a millones de personas enviar dinero a más de 130 países, haciendo las transferencias más rápidas e inclusivas.
Otras historias – Mujeres emprendedoras que generan cambios
En Uganda, Etiopía y Colombia, las remesas han ayudado a mujeres refugiadas a abrir talleres de costura, operar pequeñas granjas e incluso establecer quioscos de dinero móvil. En muchos casos, estas mujeres se convierten en referentes comunitarios, generando empleo y redes locales. Iniciativas así no solo fortalecen familias, sino que también contribuyen a la economía local.
Estas no son solo historias: son pruebas del poder de las remesas para fomentar dignidad, autonomía y cambio.
Este Día Mundial del Refugiado, la acción significativa comienza con pequeños pasos intencionales. Ya seas parte de la diáspora, un ciudadano global comprometido o un líder empresarial, hay muchas formas de contribuir:
Cada gesto cuenta. Ya sea una remesa, una historia compartida o una simple conversación, tu participación ayuda a construir un mundo más inclusivo y compasivo.
El Día Mundial del Refugiado no es solo un momento para reconocer las dificultades; es una celebración del espíritu humano. Ya sea un padre refugiado enviando dinero para cuidar a sus hijos o un estudiante recibiendo fondos para continuar su educación, cada historia es un ejemplo de perseverancia.
En sendvalu, nuestra misión se basa en crear oportunidades a través de transferencias de dinero sin complicaciones. Entendemos que enviar dinero a un ser querido al otro lado del mundo va más allá de una transacción: es un acto de amor, apoyo y solidaridad. Esa convicción cobra aún más sentido en el contexto de los refugiados, donde las necesidades son urgentes y las circunstancias complejas.
Al priorizar la rapidez, la asequibilidad y la accesibilidad, sendvalu desempeña un papel fundamental en convertir las remesas en herramientas de estabilidad y crecimiento. Cada envío es un hilo que contribuye a tejer futuros más fuertes, una familia y una comunidad a la vez.
En este Día Mundial del Refugiado 2025, celebremos la resiliencia, apoyemos la inclusión financiera y sigamos construyendo un mundo donde nadie quede atrás, sin importar cuán lejos haya tenido que viajar.
DESCUBRE A QUÉ PAÍSES PUEDES ENVIAR DINERO Y SEGUIR CERCA DE LOS TUYOS